La mitigación del cambio climático ha sido el inicio de la creación de nuevas herramientas que buscan alternativas para la reducción y compensación de emisiones, como es el caso de la huella de carbono.
El cálculo de la huella de carbono es el inicio para reducir y/o compensar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), medidas en emisiones de CO2, liberadas a la atmósfera por el desarrollo de cualquier actividad u organización, servicio o producto. Para calcular esta herramienta hay diversas metodologías y estándares internacionales que pretende aplicar medidas para reducir y compensar emisiones de CO2 de cierta actividad económica y producto, contribuyendo a la mitigación del cambio climático y al cumplimiento de la normativa actual y de los tratados internacionales.